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Acepto todo lo que hubo. Nunca busqué mejor suerte ¿Acaso hay algo mejor que haber amado?
ALEXANDER LOWEN

Equipo

Nos conocíamos de antemano y nos unían diferentes vínculos. Habíamos trabajado juntos en otros proyectos o habíamos compartido procesos o manteníamos una entrañable amistad…  Entretejimos nuestra vocación y nuestro empeño en poner en marcha algo que, individualmente, nos había aportado tanto. Y nos pusimos a la faena. Éramos Juli Salvat, Ramón Ballester, Paco Jaume, Ale Ruggero y Anna Espinalt. Entusiasmados, sin mirar dificultades, nos lanzamos. Juanjo Albert nos jaleaba, como si presintiese lo que se le avecinaba.  A nuestro perfeccionismo él contestaba “¡dejaos de tonterías! ¡¡Adelante!!”. Concebimos el proyecto y lo pusimos en marcha con sus bendiciones. Nos dejó en Agosto de ese año, un mes antes de arrancar. Duro golpe. Probablemente no le llegamos a expresar toda la dimensión de nuestro inmenso agradecimiento por su apoyo, por el legado que dejaba en nuestras manos

Bueno. Le pedimos a Cristina Nadal colaboración para conducir la dinámica del grupo y pusimos todo nuestro cuidado en aportar lo mejor de nosotros a un grupo de terapeutas que, también entusiasmados, confió y emprendió la formación. Dos años en los que no paramos, llenos de aprendizaje, sorpresas y algún disgusto. Al finalizar esta primera promoción nos tocó revisar los aciertos y los errores.  Ale decidió despedirse del proyecto. Su aportación ha sido impagable. Su experiencia, sus conocimientos, su energía arrebatadora, su afecto… han contribuido enormemente a darle carácter al Estudio del Carácter. Nos ha costado asimilar su hueco en el equipo. ¡Gracias Ale!

Seguimos. Aquí estamos. Volvemos despacio, más serenos, mirándonos y escuchándonos. Con la propuesta más pulida y dibujada.  Atendiendo detalles nuevos y con algo más de lo que somos, puesto en el proyecto.

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